Debemos saber que algunas de las enfermedades modernas se originan detrás del escritorio. La fatiga y el estrés están entre ellas lo que conlleva a serias dolencias en un futuro, por eso es mejor saber reconocer nuestro organismo y la forma como perjudicamos nuestra salud sin darnos cuenta.
Cuando en el trabajo nos exigen mucho, el cansancio va acompañado de hiperagresividad o insomnio. Muchas veces no nos damos cuenta de esto, pero la presión va mermando en nuestro organismo. En la casa se descargan las tensiones, mientras el malestar avanza.
Las malas costumbres en el trabajo suelen desencadenar desde dolencias frecuentes hasta enfermedades graves. El abuso del café, el tabaco, la mala alimentación y el sedentarismo alteran el ritmo biológico y a veces producen enfermedades digestivas (gastritis, úlcera), también arritmias cardíacas, colesterol, etc.
Las que ocupan cargos gerenciales tienen mayores posibilidades de sufrir infartos o embolias de un momento a otro, las que pasan el día de pie tienden a sufrir problemas circulatorios (varices, por ejemplo), las que pasan horas frente la computadora tienden a tener problemas de vista, dolores en la espalda o el cuello, etc.
Procure un ambiente ideal para el trabajo:
- Busque tener buena iluminación, temperatura y humedad ambiente adecuadas y colores que descansen la vista de tanto en tanto.
- Sillas y escritorios cómodos, muchos muebles actualmente se fabrican de manera ergonómica y que se acomoda a nuestra fisonomía.
- Tómese tiempo. Incluya en su rutina laboral un pequeño recreo de vez en cuando para respirar tranquilidad, esto aumentará su rendimiento.
- Cuide el contexto laboral, mantenga la prolijidad y la limpieza y el orden dentro de su ambiente de oficina o lugar de trabajo.
- Cree un buen clima entre usted y sus compañeros de trabajo. La buena onda beneficia su trabajo y sobre todo su salud mental. Un buen ambiente de trabajo desarrolla dinamismo y tranquilidad.