Al igual que nosotros bajamos el ritmo en invierno, también lo hacen nuestras plantas de interior. Al prosperar en verano, se ven sometidas a bajos niveles de luz, días cortos, aire seco con calefacción y una casa fría en invierno. Como sus hábitos de crecimiento cambian, también deben hacerlo nuestras tareas de jardinería de interior.
1. MENOS H2O
Las plantas de interior necesitan menos agua en invierno. Una de las principales causas de la muerte de cualquier tipo de planta es el exceso de riego. Los espacios de aire en el suelo se ahogan con el agua. Las raíces de las plantas necesitan aire tanto como agua y nutrientes.
Comprueba si hay agua antes de coger la regadera. La tierra debe estar seca a unos 5 cm de profundidad, no sólo en la superficie. Riega a fondo, dejando que escurra por el fondo de la maceta a un fregadero o cubo. No dejes que la maceta quede en un platillo de agua cuando hayas terminado.
2. MANTENER EL ABONO
Las plantas están inactivas en invierno y no necesitan un impulso artificial de crecimiento.
3. DEJAR ENTRAR LA LUZ Y MANTENER LAS PLANTAS LIMPIAS
Para adaptarse a los bajos niveles de luz, mantén limpias las plantas de hoja. El polvo reduce la luz necesaria para la fotosíntesis, que alimenta a la planta. A continuación te explicamos cómo puedes mantener las plantas limpias:
- Utiliza un trapo y agua tibia limpia, o mete la planta entera en la ducha. Esta es una buena forma de eliminar plagas como pulgones, cochinillas, cochinillas y arañas rojas. Termina el cambio de imagen eliminando las hojas marrones y muertas para evitar enfermedades.
- Mantén las ventanas limpias para que entre la mayor cantidad de luz, sol y calor posible. A medida que el sol se desplaza de norte a sur en otoño, la luz a través de las ventanas cambiará.
- Mueve tus plantas para que reciban el máximo de luz y calor.
- Manténgalas alejadas de calefactores, registros, corrientes de aire y ventanas frías.
4. AUMENTAR LA HUMEDAD
Para combatir el aire seco del interior, pon piedras o guijarros en platillos y llénalos de agua. Asegúrate de que el fondo de la maceta no toca el agua ni se queda en ella. Agrupa las plantas para conseguir más humedad, o pon un humidificador o vaporizador.
5. PREPÁRATE PARA LA PRIMAVERA
En febrero, el alargamiento de los días producirá un nuevo crecimiento en tus plantas de interior. Tu jardín de interior necesitará más agua y algo de abono orgánico. Sigue controlando el agua y fertiliza a medias. A medida que los días sigan siendo más largos y cálidos, habrá que aumentar el agua y el abono.
6. RECORTE LOS BROTES VIEJOS
El final del invierno es también el momento de podar las plantas de interior. Es posible que se hayan vuelto flacas con la escasa luz del invierno, pero también hay que fomentar el crecimiento de las nuevas.
7. REFRESCAR LA TIERRA
Saca la planta de su maceta, recorta el cepellón y ponla en una maceta limpia del mismo tamaño con tierra nueva. Si está muy atada a la maceta, rompa un poco el cepellón y póngala en un tamaño 1-2″ más grande.
Puedes tener éxito con las plantas de interior desde el principio si compras la planta adecuada para el espacio adecuado. No intentes cultivar una planta amante del sol en una habitación oscura, y no pongas las amantes de la sombra al sol directo. Presta atención a sus necesidades en invierno y tendrás un exuberante jardín de interior mientras vuela la nieve.