Buscar piso, viva donde viva, puede ser una experiencia desalentadora. Si a eso le añadimos el estrés de hacerlo en un país extranjero, puede resultar totalmente desalentador. Tanto si trabajas con un agente inmobiliario como si lo haces por tu cuenta, ten en cuenta estos sencillos datos de Myramar inmuebles para que el proceso sea más llevadero. ¡Feliz búsqueda!
1. Amueblado o sin amueblar
Sea flexible. Mantén la mente abierta mientras buscas piso. Si encuentras un piso sin amueblar que satisface todas tus necesidades pero no tienes muebles para llenarlo, no dudes en preguntar si se puede amueblar. En muchos casos, el propietario estará dispuesto a hacerlo a cambio de un alquiler más alto negociable. Por otro lado, si descubre un piso amueblado que preferiría amueblar usted mismo, pida al propietario que retire algunos de los muebles. Es muy probable que pueda hacerlo.
2. Inspeccione la vivienda con atención
Si hay desperfectos evidentes, pregunta si se harán reparaciones más adelante, para que no te echen la culpa a ti. Estas zonas problemáticas deben constar en el contrato de alquiler: o bien tú aceptas vivir con ello, o bien el propietario se compromete a arreglarlo en una fecha determinada. Evalúa también las paredes compartidas con pisos contiguos. Cuantas más paredes haya en común, mayor será la posibilidad de que haya ruidos procedentes de la puerta de al lado.
3. Conoce el barrio
Familiarízate con el barrio antes de tomar decisiones importantes. ¿Dónde están las líneas de tranvía, metro o autobús más cercanas? ¿Dónde está la tienda de comestibles? ¿Hay obras que puedan causarte noches en vela o madrugones en los próximos meses? Si tienes niños o mascotas, ¿hay espacios verdes a poca distancia?
4. Preste atención al aparcamiento
¿Puede aparcar gratis en la calle? Si no es así, infórmese sobre otras posibilidades de aparcamiento. Recuerde que si ve un piso durante el día puede parecer que hay muchas plazas de aparcamiento vacías, pero lo más probable es que se llenen por la noche. Alquilar una plaza de aparcamiento a un inquilino de su edificio que no tenga coche, o a un inquilino de otro edificio cercano, puede ser una opción.
5. Cuidado con los gastos ocultos
En los edificios nuevos, y también en algunos antiguos, no sólo hay que pagar los servicios, sino también una cuota de mantenimiento de las zonas comunes, como el garaje, el jardín, la escalera, el ascensor, etc. Su parte del mantenimiento del edificio puede costar desde 1.000 CZK/mes hasta varios miles, en función del tamaño (en m²) de su piso. Es probable que estos gastos no se mencionen durante las negociaciones y que ni siquiera figuren en el contrato. La única forma de saberlo con certeza es preguntar por adelantado las cuotas de mantenimiento, incluida la cuota media de los dos últimos años.
6. Hágase cargo de los servicios públicos
Es muy recomendable pedir al casero que transfiera todos los servicios públicos a tu nombre al principio del contrato de alquiler. ¿Por qué? Porque estarás en contacto directo con las compañías que te suministran el agua, el gas y la electricidad, lo que significa que pagarás exactamente lo que consumas sin que el casero te dé más quebraderos de cabeza. (Los sobrecostes de los servicios públicos pueden ser otra fuente de costes ocultos.) CONSEJO: Ahorra dinero aprendiendo a manejar la calefacción de gas. Apague la calefacción por completo en verano; no se limite a reducir la temperatura de la unidad de calefacción. Así se asegurará una factura de servicios más baja.
7. Aclare qué es lo que «debe tener» y mantenga al agente inmobiliario al tanto
Cuando trabaje con un agente inmobiliario, ahorre un tiempo valioso enviándole un correo electrónico o llamándole por teléfono antes de la visita. Vuelva a enumerar todos sus requisitos no negociables/imprescindibles para los posibles pisos (alquiler, ascensor, aparcamiento, número de habitaciones, etc.). Le sorprenderá saber que, por muy claramente que haya especificado sus requisitos la primera vez, el agente inmobiliario, en algunos casos, le llevará a ver un piso al que le faltan uno o más de estos elementos esenciales.
8. Quiere, o al menos le gusta, su casero
Si el propietario no te causa buena impresión cuando ves el piso, o simplemente no conectáis, es mejor que sigas buscando. Por mucho que te guste su piso, si no consigues comunicarte abierta y cómodamente con el propietario, puede que te encuentres con que te mudas al cabo de unos meses o, peor aún, que vives con un estrés continuo. Mejor reconocerlo ahora y ahorrarse problemas (y posiblemente dinero) más adelante.
9. Negocia siempre, siempre
No tengas miedo de negociar el precio, de hecho es casi una obligación. Lo peor que puede conseguir es un no por respuesta. En la mayoría de los casos, el propietario está dispuesto a negociar, aunque probablemente no bajará tanto como te gustaría. Al menos sabrás que lo has intentado y, si la hay, puede que te sorprenda gratamente la contraoferta.