Muchas empresas prefieren tener un centro de datos propio. Les da más control sobre la configuración. Sin embargo, requiere un conocimiento real del cableado. El cableado de un centro de datos es como la línea de vida de una empresa. Es un paso muy importante para el desarrollo del centro. Para hacerlo bien, hay que tener en cuenta varios puntos.
Elección de la infraestructura
El cableado de un centro de datos puede ser estructurado o no estructurado. Cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas.
También conocido como punto a punto, se trata de un enorme lío de cables. Se construye con conexiones directas o «home runs». Con la cantidad de cables ópticos que tiene, no sólo es desordenado, sino que se desordena fácilmente. En consecuencia, el enrutamiento de los nuevos cables de conexión es complicado. Gestionar el crecimiento del sistema también es complicado, ya que cualquier adición o actualización de equipos suele requerir la instalación de otro cable.
Según Romelar el flujo de aire de este tipo de sistema de cableado es limitado. Por lo tanto, crea problemas de refrigeración y tensiones en los cables. Esto afecta necesariamente al rendimiento de los datos, incurriendo en mayores costes de energía. Esta limitación del caudal de aire reduce la vida útil del equipo al obligarlo a trabajar más. Un sistema de cableado desestructurado no es fiable y puede dar lugar a tiempos de inactividad prolongados. Aunque se tarda menos en instalar y tiene un coste inicial menor, el coste operativo es caro y el ciclo de vida más corto.
Este modelo es, por el contrario, muy sofisticado. En realidad, se trata de hilos y cables bien organizados y etiquetados. Esto hace que sea más fácil de gestionar y más escalable. El cableado estructurado se basa en normas predefinidas con puntos y rutas de conexión predefinidos. El cableado utilizado es específico para los requisitos de ancho de banda del sistema. También se ha probado para garantizar su correcto funcionamiento.
El cableado estructurado proporciona una mayor disponibilidad, una reducción de la huella y un retorno de la inversión. Con el orden que presenta, reduce el tiempo necesario para los movimientos, las adiciones y los cambios. Este tipo de cableado no sólo permite la sostenibilidad del negocio, sino que también reduce los costes de funcionamiento del sistema. Mantiene la continuidad del negocio minimizando las fuentes de fallo, el riesgo de errores y la desconexión accidental del cableado. Esto hace que el sistema sea mucho más rentable.
Es cierto que el sistema de cableado estructurado requiere más tiempo de instalación y tiene un coste inicial más elevado. Sin embargo, el coste de funcionamiento será finalmente menor y el ciclo de vida del sistema será más largo.
En resumen, el sistema estructurado es muy fácil de usar. Sin embargo, es más caro y requiere un presupuesto adicional para las pérdidas de enlaces. Por otro lado, el cableado no estructurado tiene un bajo coste de instalación y puede configurarse fácilmente. Sin embargo, tiene un alto coste energético, un ciclo de vida limitado y es difícil de ampliar.
Por tanto, cada sistema de cableado es bueno a su manera. Dicho esto, la elección depende en gran medida de las preferencias y del espacio del edificio.
Elección del tipo de cable
Ahora es fundamental elegir el tipo de cable adecuado para la transmisión de datos. Hay dos tipos, la fibra óptica y el cobre.
Cables de cobre
Los cables de cobre, también conocidos como cables coaxiales, son muy eficaces en los centros de datos. Tienen unos costes globales bajos y unos gastos de funcionamiento menores. Estos cables tienen la capacidad de transferir una mayor velocidad de datos a una mayor distancia. Cuestan menos y, por tanto, son más económicos para los grandes proyectos. Debido a su diseño térmico, no requieren una refrigeración excesiva. Así se consigue un menor consumo de energía.
Estos cables tienen menos tiempo de inactividad y un rendimiento mejorado con 50 millones de horas de MTBF (tiempo medio entre fallos).
Fibra óptica
La fibra óptica no tiene rival cuando se trata de proporcionar un gran ancho de banda. Además de ofrecer una baja pérdida de potencia, este tipo de cable también es resistente a las interferencias electromagnéticas. Así, las señales pueden transmitirse a mayores distancias sin que su calidad se vea afectada.