Cuando se trata de comprar y vender bienes raíces, hay ciertas situaciones en las que ayuda tener un profesional legal calificado de su lado. Si estás buscando entrar en la inversión inmobiliaria, tratando de comprar una venta corta o una ejecución hipotecaria, o teniendo complicaciones inesperadas con una simple transacción, puede ser el momento de contratar a un abogado de bienes raíces.
Antes de firmar en la línea punteada, considere hacer estas cinco preguntas para asegurarse de que su posible abogado tiene las habilidades y calificaciones que necesita.
¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo?
Una de las cualidades más importantes que hay que buscar en un abogado inmobiliario es la experiencia, y es útil saber de antemano cuánto tiempo lleva ejerciendo. Por lo general, cuanto más complicada sea la transacción, más experiencia querrá que tenga su abogado. Sólo tenga en cuenta que puede terminar pagando más por los servicios de un abogado que ha estado ejerciendo durante 15 o 20 años que por uno que tiene dos o tres años fuera de la escuela de derecho.
También puede preguntar si están especializados en algún área concreta del derecho inmobiliario o contratar abogados especialistas en construcción. También es una buena idea averiguar dónde obtuvieron su título de abogado y si se trata de una escuela acreditada o no. Si asistieron a la escuela de derecho en un estado diferente, también debe preguntar cuántos años de experiencia tienen practicando la ley en su estado. Las leyes inmobiliarias difieren de un estado a otro, por lo que debe asegurarse de que están al día en las normas locales.
¿Ha manejado casos similares al mío?
Cada operación inmobiliaria es diferente y le conviene encontrar un abogado con experiencia en el manejo de situaciones similares a la suya. La elección de un abogado que esté familiarizado con el tipo de transacción en cuestión juega a su favor, puesto que ya conoce los posibles problemas que pueden surgir y cómo evitarlos.
Si bien no puede pedir detalles específicos sobre cómo han manejado casos similares, está bien preguntar a un abogado inmobiliario qué estrategia utilizaría en su situación. Esta es también una buena manera de saber cuánto sabe el abogado en materia de derecho inmobiliario. Lo ideal es un abogado que pueda ofrecerle un plan de acción breve pero detallado, en lugar de una vaga garantía de éxito.
¿Cuáles son sus honorarios?
Saber por adelantado cuánto cobra un abogado por sus servicios puede eliminar muchos dolores de cabeza innecesarios más adelante. Dependiendo del tipo de caso, es posible que se le facture por horas o que se le cobre una tarifa fija. Si le facturan por hora, espere pagar entre 150 y 450 dólares por hora, dependiendo de la complejidad del caso. También es posible que tenga que pagar un anticipo para garantizar los servicios del abogado.
El precio es una consideración importante a la hora de elegir un abogado inmobiliario, pero no debería ser la única. Dependiendo de su situación, puede valer la pena pagar un poco más para obtener el resultado que desea. Pida siempre un presupuesto y no tenga miedo de negociar un mejor precio. Tenga en cuenta que cuando se trata de servicios legales, se obtiene lo que se paga, por lo que debe tener cuidado al sopesar el coste con la calidad.
¿Trabajará alguien más en mi caso?
Si está pensando en contratar a un bufete más grande para que le ayude a comprar o vender su casa, es una buena idea saber si alguien va a trabajar en su caso además de su abogado. En algunos casos, parte de la carga de trabajo puede recaer en asistentes jurídicos o abogados junior, por lo que debe estar seguro de que se siente cómodo con quién tiene acceso a su información.
También debe preguntar cuáles son sus opciones si tiene preguntas sobre el caso. En concreto, debe saber cuándo y cómo puede ponerse en contacto con su abogado si lo necesita y con quién puede hablar si no está disponible. La comunicación es la clave para una buena relación de trabajo con su abogado y usted debe sentirse seguro de que será capaz de responder a sus preocupaciones cuando éstas surjan.